Entrevista con Marc Siegel, especialista en gripe porcina y profesor de Medicina en la Universidad de Nueva York. Es autor de Gripe: todo lo que necesita saber sobre la próxima pandemia y en los últimos días se ha dedicado a combatir una epidemia más peligrosa que la actual influenza porcina: la epidemia del pánico. (Entrevista publicada en el diario español La Vanguardia, 1 mayo 2009)
Tengo 52 años y he vivido y estudiado unas cuantas pandemias: esta es de las suaves. La gripe porcina este año es benigna en todas partes menos en los medios, que sí contagian una epidemia de miedo más virulenta que nunca. Tengo 3 hijos pequeños y ningún temor.
Hoy he llevado a mis tres hijos al colegio como cada mañana y he notado que el conductor del autobús al que saludo cada día tenía ojeras y cara de preocupación.... Me ha dicho que se sentía mal, que tenía miedo de tener la gripe porcina...
¿Qué le ha dicho usted?
¡Que, por Dios, se dejara de virus y cuidara de la vida de mis hijos descansando bien para conducir! Y que si yo tuviera la mínima duda sobre la posibilidad de un contagio, no dejaría que mis hijos fueran al colegio.
Un buen argumento.
El pobre hombre sufría hipocondría causada por los medios de comunicación y esa gripe del miedo me preocupa más que la porcina. Y la están alimentando los Estados: ¿Por qué tiene que salir todo un jefe de Estado a hablar por la tele de una vulgar gripe?
Es una oportunidad de lucirse.
Bastaría con un subsecretario; cualquier portavoz médico sería suficiente. Ese pánico irresponsable alimentado por las autoridades está causando mucho más daño que ningún virus y un enorme perjuicio económico en billones de dólares.
La economía mexicana está colapsada.
¡Y ni siquiera está claro que no viajar allí reduzca los contagios! ¡Pobre México! Mire, cuando uno va a México, la gripe porcina es, con mucho, la última en la lista de cosas por las que preocuparse.
¿Tan poco le preocupa esta gripe?
Es incluso más benigna de lo que imaginaba en un principio; está resultando suave: poco contagiosa y poco peligrosa.
Hay muertos.
Como cada año. Cada año la gripe causa miles de muertos sin que merezcan ni un segundo de televisión ni un titular ni siquiera en internet. Les pido que utilicen su circuito humano neuronal de la razón y el sentido común y bloqueen el centro neuronal del miedo que compartimos con los animales.
Ayúdenos, doctor.
Vayamos al epicentro de la pandemia: México DF tiene 20 millones de habitantes; pues bien: apenas ha habido un millar de casos.
Tal vez las autoridades mexicanas no han sido ni precisas ni eficaces.
¡Eso es otra barbaridad: afirmarlo alegremente así sin pruebas! ¡Qué linchamiento moral de todo un país sin más fundamento que los clichés y nuestra pretendida superioridad! Ya veremos quién se ha equivocado.
¿No cree que ha habido mala gestión de la pandemia en sus inicios mexicanos?
No lo sé. Simplemente no lo sé. Y tampoco creo que nadie lo sepa ahora mismo. Me parece injusto que se dé esa impresión sin contrastarla con datos. Lo sabremos más adelante cuando la pandemia no salga en la tele y ya sólo nos interese a los especialistas.
Tal vez sean miles los infectados y los contagios hayan sido ocultados.
Incluso si fueran cinco veces más de lo que han declarado las autoridades, seguirían siendo estadísticamente inapreciables: cinco mil contagios sobre veinte millones. Adecue su temor a esa estimación estadística.
¿Esta gripe no le parece preocupante?
Desde luego no debemos ignorarla: hay que monitorearla, controlarla y seguir su evolución, pero es de las benignas: ni siquiera superará a la de Hong Kong de 1968.
¿Podría transformarse en muy dañina?
El virus puede evolucionar a peor: eso es posible, pero no entra dentro de mis pronósticos y he estudiado muchas gripes. Este virus no aguanta más de dos contagios y ya está debilitado. Es una pandemia suave.
Con cobertura mediática virulenta.
Eso sí es preocupante: la propagación instantánea del virus del miedo a través de los medios nos está perjudicando más que la gripe. Lo realmente nuevo en este virus es esa cobertura que internet ha convertido en instantánea: ¿cuántas veces al día oímos la palabra gripe o la leemos?
Así no hay quien la olvide.
Esta gripe, la del 2009, durará lo que dure en las teles, radios y portadas de internet y de diarios. Poco a poco los programadores y directores verán que no da audiencia y la relegarán a espacios secundarios y al final no darán nada sobre ella.
¿Porcina es el nombre adecuado?
Está claro que proviene de los cerdos. Esta mañana yo estaba en la tele cuando un ciudadano nos ha enviado un correo: "Dice usted doctor que esta gripe viene del cerdo, tiene similitudes con la gripe aviar y se contagia entre humanos: ¿Eso significa que los cerdos por fin van a volar?"
Tiene gracia, pero no sé si ahora...
Al contrario: desdramaticemos. Sólo así eres capaz de actuar con acierto. El miedo es el que hace bajar la guardia. A ver: recuerde en todo momento que tenemos antivirales que funcionan y que estamos diseñando una vacuna sin problemas si es que al final hace falta. Más o menos como nos pasa cada año con las gripes.
¿Y si el virus se transforma y empeora?
En el peor de los casos, con quedarnos en casa un tiempo desactivaríamos con eficacia su propagación.
Se especula con un virus fabricado.
Si fuera un virus creado por terroristas sería más letal: se lo aseguro. Tampoco está concebido en un laboratorio multinacional: no sería tan benigno. No es tan diferente de otras gripes -muchas ni fueron noticia- de nuestra historia.
Virus histericus
Releo el último artículo del doctor Siegel en The Washington Post y me relajo, y al tiempo me indigno por la alarma que causa -tiene razón- ver a jefes de Estado dando noticia de una vulgar y benigna -me asegura- gripe. A Siegel, autor de Gripe: todo lo que necesita saber sobre la próxima pandemia (Ed. Amat), le preocupa más el otro virus, el del miedo, que nos cuesta billones en todo el planeta y que ha encontrado en la inmediatez de internet el mejor agente propagador del contagio. Entrevisto al doctor por videoconferencia en la red: me cuesta 0,30 céntimos. Imaginen lo barato que sale acongojarse cada treinta segundos por un nuevo rumor universal. Esa sí es una pandemia peligrosa.
http://www.elpoderdelconsumidor.org/una_epidemia_meditica.html
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